Dios mío, qué tarde la del pasado sábado... qué corrida de toros (mejor dicho, de TOREROS, porque de lo de Gavira, mejor no hablar...).
La lección de orgullo, de pundonor, de raza, de verdad, de épica, de TORERÍA que ofrecieron Iván Fandiño y David Mora, David Mora e Iván Fandiño es de las de que no se deben olvidar...
Sin lugar a dudas, y para mi, la temporada taurina 2011 que está a punto de acabar, y con independencia de lo que pueda suceder en las pocas ferias que restan por celebrarse, lleva el nombre propio de estos dos COLOSOS. Ni el indulto de Sevilla, ni José Tomás, ni Juli-Manzanares, ni lo de Barcelona, ni Morante en Bilbao (y mira que me gustó...), ni... Se han ganado a sangre y fuego el lugar que han alcanzado, así como el respeto de afición y empresas, ojala les dure.
Qué forma de hacerse un hueco por méritos propios en la parte más alta del escalafón, no sólo por el valor de ambos, es que, además, ¡saben torear!, y de verdad, sin trucos. Qué bien Mora con el capote y al natural, qué manera la de Fandiño de citar, qué colocación y qué forma de matar un toro peligrosísimo, yéndose a ley tras la espada, por derecho, y sabiendo que lo más seguro era que le aquél le echara mano, como así pasó (¿le pudo salvar el pantalón vaquero de la cornada?...).
La Plaza de Madrid, enorme con los toreros, sabiendo lo que allí estaba pasando...
Hasta Molés acertado en sus comentarios: “...no se puede estar mejor con una corrida tan mala...”.
La Fiesta así, sí...
No hay comentarios:
Publicar un comentario