miércoles, 20 de octubre de 2010

Ignacio Sánchez-Mejías: «La afición sale decepcionada de las plazas un día tras otro y muchos ya no vuelven», (el sentir de la afición)

Para los amantes del pensamiento y la palabra, os enlazo con el blog de Ignacio Sánchez-Mejías, de ABC,  sobre los toros, en los que en un sencillo artículo describe el sentir de lo que esta pasando en la fiesta. Esa emoción que predica es la que fomenta la cultura taurina. .

«Que el Toro es cultura lo sabemos todos los aficionados. He oído varias veces explicar al profesor Andrés Amorós los argumentos de la cultura del toro como creación humana, frente a la natura de lo salvaje. Nos habla de la agricultura como los modos en que la civilización ha ido domando al campo para ponerlo a su servicio y de cómo la fiesta de los toros se ha ido formando a través de los siglos como recreación humana de valores como el valor, la decisión, la inteligencia y el arte.
Foto: Ernesto Agudo para abcdesevilla.es
El anunciado paso de la dependencia de los toros del Ministerio del Interior al de Cultura, me parece normal y razonable. No sé que hacía en Interior un espectáculo donde a los asistentes se les vende bebidas alcohólicas sin peligro de altercado público, debemos ser de los pocos. Además, por primera vez estamos viendo a la gente del toro hacer algo juntos fuera de las plazas. Así pues, bienvenido sea el cambio.
Pero este no es, de ninguna manera, la panacea esperada para la protección de la Fiesta frente a los antitoro y los políticos. Ayer escuché a nuestro presidente Sr. Griñán, en el estreno de la temporada de Jesús Quintero, hablar de los toros con esa helada ambigüedad de que sólo pueden hacer gala los políticos profesionales. Dijo, entre otras cosas, que entendía perfectamente a los antitoro y que él no los prohibiría porque no se creía con la categoría personal suficiente para hacerlo.
Los toros necesitan una regeneración profunda. Estamos terminando una de las temporadas más planas de los últimos años. Esta faltando toro y, por tanto, está faltando emoción. La afición sale decepcionada de las plazas un día tras otro y muchos ya no vuelven. Las plazas se están vaciando. No sé qué pasaría si hubieran salido al ruedo esos numerosísimos toros que están echando para atrás en los reconocimientos ¿Qué esperaban los apoderados, las figuras y los empresarios, que se torearan? Espero que con el cambio de ministerio los reconocimientos sigan siendo igual de rigurosos.
El toro tiene que tener emoción y para que tenga emoción tiene que tener casta, y parece que hay mucha figura y mucho apoderado que no quieren que se toreen toros encastados. De siempre los enemigos de la Fiesta parecían estar dentro de ella, pero ahora, además los tenemos fuera. Bienvenido sea, si con este enemigo común nos unimos todos los amantes del Toro e iniciamos la regeneración necesaria para volver a llenar las plazas de emoción y de gente.»

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