viernes, 3 de noviembre de 2017

José Luque Teruel: “El toreo es mucho más que arte”

La Tertulia Taurina “El Porvenir” ha recibido en pasadas fechas a un buen amigo de esta asociación, José Luque Teruel, Presidente de la plaza de toros de Sevilla, Secretario de la Asociación Nacional de Presidentes de Plazas de Toros (ANPTE), jurista y cabal aficionado, e hijo de uno de los más grandes toreros de plata en la historia moderna de la Tauromaquia, Andrés Luque Gago.

Muy interesantes los datos y referencias aportados por Luque para conocer los orígenes de las reglamentaciones taurinas, las primeras de ámbito local, como los Fueros medievales u Ordenanzas municipales o incluso las mismas Partidas de Alfonso X El Sabio, para su aplicación en un pueblo o ciudad determinada, comprensivas de hasta el mínimo detalle para establecer prohibiciones, requisitos y aspectos para el buen desarrollo de las fiestas con toros.

Así, las primeras normas jurídicas en materia taurina fueron en general de carácter prohibitivo o limitativo hasta el siglo XVIII, con una especial relación de amor/odio entre la Iglesia y sus miembros y los festejos taurinos populares (Sínodos provinciales y Concilios diocesanos, la Bula del Papa Pío V...).
Las normas taurinas de los siglos XVIII y XIX se mueven también entre las prohibiciones de la Ilustración y la tolerancia y consolidación del toreo moderno, principalmente con la influencia de la “Tauromaquia o Arte de Torear” de Francisco Montes “Paquiro”.

La regulación jurídica propiamente dicha de la Fiesta y el inicio de su consolidación en el siglo XX se inicia con el primer Reglamento taurino aprobado por el Ministerio de la Gobernación en 1917, a los que siguen los Reglamentos taurinos generales de 1923 y 1924, la implantación de los petos para los caballos de picar y el Reglamento taurino general de 1930, hasta llegar al Reglamento de Espectáculos Taurinos de 1962. Para terminar todo ello con la Ley nacional sobre Potestades Administrativas en materia de Espectáculos Taurinos de 1991 y los Reglamentos taurinos de 1992 y de 1996 y el problema de dispersión normativa planteado por los nuevos Reglamentos taurinos generales de algunas Comunidades Autónomas.

Todo ello implica ver una corrida de toros como algo más que una fiesta con un innegable componente artístico y cultural por lo que tiene de ritual, de litúrgico, de histórico y de antropológico incluso, por el indudable e innegable arraigo de la fiesta en sus diversas manifestaciones a lo largo de los siglos en España.

También tuvimos ocasión de hablar largo y tendido con José Luque sobre los señalamientos en el campo al amparo de la importante novedad que introdujo en ese sentido el reglamento andaluz de 2006 (actualmente en proceso de debate previo con el sector en el seno del Consejo de Asuntos Taurinos de Andalucía, antes del inicio de su modificación en algunos aspectos, como se ha venido anunciando en prensa recientemente). 


Foto de Familia: De izquierda a derecha: Javier Valderrama, Juan Manuel Pérez, Manuel Lara, Román Fernández y Antonio Alfonso. Sentados: Ignacio Tallón, José Luque Terue y Fernando Vera.

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