Acaba de publicarse en Burladero.com, una entrevista de Cristina Padín al torero sevillano Antonio Nazaré, y en la que destaca la ilusión por recibir el I Premio a la Excelencia Taurina que concede nuestra Tertulia.
«El nombre es hermoso para un torero.Y tiene fuerza. Antonio Nazaré siempre fue un niño curioso, con inquietudes, un niño que supo intuir que quería expresar ese algo que le nacía dentro, pero que primero probó con la natación, el kárate...
Y entonces llegó el toreo...
Y entonces llegó el toreo. Con siete años ya me había apuntado a varias actividades, pero terminaba dejándolas a los dos meses. Entonces pedí que me apuntaran a la Escuela Taurina, y nadie me creyó, pensaron que también la dejaría, y estuve un tiempo sin que me hicieran la matrícula. Pero allí había algo. A mí, aquello me atrapó y ya nunca pude dejar el toreo.
Antonio Nazaré habla estupendamente, se expresa con modales muy cultos, y es deconversación grata.
Y es muy duro y costoso el proceso para llegar a ser torero ¿verdad?
Mucho.Todo cuesta. Hablando de lo económico, dinero, los trastos son caros. Luego el camino en sí es costoso, pero yo no soy persona que me guste tampoco quejarme. Pienso que me ha costado lo suficiente para saber valorarlo. Me gusta ir poco a poco, las cosas que llegan porque sí tampoco tienen mucho valor, es mejor ir despacio, con cabeza, con entrega, y saborear los éxitos que van viniendo fruto del esfuerzo.
Se torea despacio y Antonio lo hace. Desde que Fabricante le hiciera matador de toros allá por 2009, este joven sevillano ha dejado patentes muchas muestras de valía y de saber hacer. Y como todo llega, o suele llegar, a Nazaré le acaba de corresponder por méritos propios disfrutar de un merecido reconocimiento. Le ha sido otorgado hace días en Sevilla, por la Tertulia Taurina El Porvenir, el Premio a la Excelencia Taurina en su primera edición.
Háblame de lo que ha supuesto para ti este galardón.
Una satisfacción muy grande, la verdad, la recompensa a la lucha y a la entrega, que recayera este premio en mí me llena de orgullo y felicidad y me siento muy agradecido.
Te lo mereces. Yo no he visto muchas tardes de este torero. En mi recorrido de miles de quilómetros al compás que marca la muleta de mi mago Talavante, y también otros maestros que me fascinan, no me he encontrado con el nombre de Nazaré en los carteles frecuentemente. Pero algunas veces sí le he visto y siempre me ha agradado su concepto. Incluso en tardes en las que nada ayudó, como la que compartió en abril en Sevilla con Oliva Soto y Diego Silveti, el torero, al igual que los otros dos, se entregó y luchó.
¿Te gusta más torear con el capote o con la muleta?
A mí me gusta mucho la muleta, me gusta mucho la mano izquierda. Eso no quita para que no me agraden también otras cosas, pero me siento mucho toreando con la izquierda. Y el capote lo machaco mucho.
Es que creo que se dedica poco tiempo al capote.
Y yo. Por eso yo lo trabajo mucho. Es tan difícil torear con el capote, y tan bonito, que lo machaco mucho y me gusta.
¿Y tu plaza preferida?
Todas son especiales y todas tienen algo, pero para mí Sevilla es única. Las sensaciones... es muy grato torear ahí, como se vive.
Sí, Sevilla la verdad es que es especial y tiene la esencia y el aroma... Antonio Nazaré es amante del flamenco. Afirma que, como muchos matadores, se siente relajado y a gusto cuando esa música penetra en su corazón. Dice que es un lujo torear en solitario con sones flamencos envolviendo el pensamiento, sentir.
¿Qué toreros has admirado y admiras?
Ahora mismo hay un plantel de toreros impresionante. Me gusta admirarlos y mirarlos a todos, porque todos tienen algo y de todos se aprende mucho. A mí me maravillan Juli y Perera, porque me gusta mucho su muleta. Me gusta mucho la largura que imprimen, su gusto al torear. Y también Manzanares, con esa presencia y esa forma de moverse por la plaza. Y de los de antes Emilio Muñoz es un pedazo de torero, me encanta, y además una excelente persona que me ayudó mucho en muchos momentos de mi carrera. El Viti. Y he visto muy pocos vídeos de Antonio Ordóñez, que me parece impresionante.Me hubiera gustado haberle visto, creo que tenía una personalidad arrolladora, uno de esos seres que llenan un lugar con su presencia.
Y nos despedimos hablando del maestro de Ronda. Yo soy familia de su familia y le admiro y respeto tanto. Crecí escuchando hablar de Ordóñez. Conversamos sobre el carisma del rondeño. Antonio Nazaré es un conversador excelente. ¡Y un muy buen torero!»
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