viernes, 14 de junio de 2013

PEPE LUIS VÁZQUEZ Y EL TOREO EN SU ÉPOCA (I)


 


Gracia y torería al natural



Pasado ya casi un mes desde el fallecimiento de esta extraordinaria figura del toreo del siglo XX, comenzamos con ésta, una serie de entradas en este blog con las que queremos destacar y dar la importancia que merece a la figura de Pepe Luis Vázquez en la historia del toreo y su relación con el resto de matadores con los que coincidió en su época en activo durante los años 40 y 50 del pasado siglo, de los que daremos también algunas pinceladas y las notas más destacadas de su tauromaquia.



Gerardo Diego escribió sobre el torero sevillano:


“Ese colegial tímido, de resplandor trigueño
en la cabeza fina como hueso de fruta,
es un torero nuevo de Sevilla la vieja,
que los rancios saberes perpetúa y destila”.



Pepe Luis y el pase de pecho

Don Ventura, en su libro “Historia de los matadores de toros” destaca de Pepe Luis que “interpretó el toreo con una pureza insuperable y con una gracia personalísima que le permitió alcanzar la admiración de los públicos, desde los más doctos a los formados por la masa. Era, además, muy inteligente, y con dos dedos más de estatura que le hubieran permitido matar más pronto y mejor, pocos pudieran podido rivalizar con él. (...) En este finísimo torero, (...) se dieron unidas dos perfecciones: la de la técnica y la de la gracia; y hoy, que tanto se habla de Ronda, podemos afirmar que a este torero sevillano es al único que hemos visto dar la verónica clásica, la que exige el cite de frente. Para que luego nos vengan con la jerigonza de las escuelas”.



Manuel Rodríguez Sánchez, "Manolete"


En su primera temporada completa de matador de toros (1941) tras tomar la alternativa en 1940, lideró el escalafón con 68 festejos toreados, por delante del mismísimo “Manolete”, Juan Belmonte Campoy, Pepe Bienvenida o Marcial Lalanda, por ejemplo. Lo mismo sucedió en 1942, con 83 corridas lidiadas, frente a las 72 de “Manolete o las 64 de Belmonte Campoy. A partir de 1943, quizá por causa de la fortísima cogida de Santander, toreó 36 tardes en dicho año, 36 en 1944 o 46 en 1945, años en los que “Manolete” mató mayor número de festejos, excepto en 1945, en donde se vio superado por Carlos Arruza.




Los hijos de "Camará" apoderaron a Pepe Luis hijo


Como indica Filiberto Mira en su obra “Vida y tragedia de Manolete”, precisamente, con éste se puede afirmar que Pepe Luis Vázquez constituyó con el cordobés “una dualidad de las más importantes de la historia del toreo”, considerando al diestro del barrio de San Bernardo como el “torero de más densidad artística de la época de “Manolete”. (...) Pepe Luis toreó con hondura en lo fundamental, y con inefable duende en sus momentos de inspiración gloriosa. Le bastaba un solo detalle para dar lustre y esplendor a toda una corrida.”





Otra tarde en Algeciras, compartiendo Pepe Luis y “Manolete” cartel con Domingo Ortega, los dos últimos no tuvieron suerte, cortando el sevillano las orejas y los rabos a sus dos toros. Al terminar la corrida, el cordobés le dijo al de Borox, para que lo oyese Pepe Luis: “Menos mal, Domingo, que a este le falta algo de bragueta, como dicen. Si tuviera todavía más, nos mandaba a ti y a mí, a los albañiles”.

Genial caricatura de Manolete, por Olmo



Pepe Luis fue el diestro que mayor número de actuaciones compartió con el “Monstruo” de Córdoba: 138 en total, desglosadas en 122 corridas de toros, 8 novilladas y 8 festivales.


Manolete y Pepe Luis. Sevilla, 1942













(Fotos: colección familiar de Ignacio Tallón Yáguez)

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