Rompiendo el paseíllo |
Corpus Christi en Sevilla. Novillada
de Montealto, correctos de presentación, pero sin romper ninguno, deslucidos en
general, para Sergio Flores, Rafael Cerro y Juan Ortega.
Tarde agradable de temperatura y algo
ventosa. Cerca de media entrada en los tendidos
Primer novillo, de 444 kg, negro
bragao, remató de salida, pero blandea en la capa del mejicano; mejor por el
derecho, pero también blando en el
caballo, cabeceando y haciendo sonar el estribo. Renuncia al quite Cerro por la
poca fuerza del novillo. Pone la presidenta el listón alto en el palco, al
sacar pañuelo verde.
1º bis, sobrero también de Montealto,
de 435 kg., más alto de agujas; se ve preparado a Flores, que lancea a la verónica
sin lograr el lucimiento deseado. El novillo acude al caballo delante del
burladero de los médicos, con un topetazo, tomando el primer puyazo apretando, mientras
el picador le tapa la salida y le da duro; en el segundo se entrega sin más y se
la pica arriba, pidiendo el público que levante el palo. En banderillas nada,
el novillo va a peor, con la cara a media altura sin entregarse. Inicio de
faena por bajo, saliéndose a los medios. Tanda por la derecha, Flores está por
encima de un novillo sin clase ninguna. Al natural, acude con violencia
cabeceando la muleta del mejicano. Macheteo por la cara antes de matar. El toro
se arranca y cobra un pinchazo en el primer intento; se coloca fuera en el
segundo intento, pinchando igualmente; al tercer intento se queda en la cara,
resultando prendido de forma dramática pero sin consecuencias, logrando una estocada
contraria. El toro se echa y lo levanta el puntillero, rodando a continuación.
Devolución del 1º de la tarde |
Palmas para el torero, silencio
para el novillo en el arrastre.
El segundo novillo, de 455 kg., también
negro bragao. Cerro ejecuta dos faroles de rodillas en el tercio, después, ya
de pie, a la verónica, logrando dos buenas por el pitón derecho . Mal lidiado
el novillo, acude al caballo que hace puerta; en el segundo puyazo es tardo el toro a la hora
de ir al piquero, acude y se deja señalar sin más. Nada que destacar en
banderillas. Brindis al respetable eiInicio de faena de rodillas, pegado a
tablas, con la derecha y rematando con el de pecho ya de pie. Tandas con la
derecha en el tercio sin terminar de acoplarse, quizá le falóase medir mejor
las distancias con el novillo, que cada vez va a menos. Se raja en busca de las
tablas. Junto al estribo, se lo pasa acortando las distancias y entrando a
matar, cobrando, despaciosamente, una estocada un punto trasera.
En el arrastre, silenciado el novillo y para Cerro ovación correspondida
desde el tercio.
Tercero de la tarde, de 456 kg.,
también negro bragao, mas altote que sus hermanos; Ortega receta dos lances
buenos en un conjunto de verónicas rematadas con una media. Voltereta para el
novillo tras el primer puyazo, bien preparada la suerte por Saavedra y quite de
dos chicuelinas y una media verónica de Ortega. Segundo puyazo cumpliendo el trámite
sin más y quite deslucido de Flores. Bien la cuadrilla con los palos. Tras
brindar el novillo a su madre, Juan Ortega inicia la faena aliviando al toro
por alto, saliendo al tercio para comenzar el toreo en redondo, demostrando
buena colocación y sentido del temple. Novillo muy soso,que desarma al
novillero con la izquierda, pese a ello está muy por encima de su oponente. Buena
impresión me deja Juan Ortega en su presentación en Sevilla. Se tira muy
derecho a matar, logrando una estocada entera de rápido efecto... que el
puntillero se encarga de estropear levantando de nuevo el toro, que acaba por
echarse.
Pitado este en el arrastre, recibe
Ortega una fuerte ovación, saludando desde la raya del tercio.
Cuarto novillo, de 469 kg.,
castaño de bonitas hechuras, que toma la capa de Flores mejor por el pitón
derecho, evidenciando el mejicano que anda, como dijimos antes, más que
preparado para dar el salto al cuatreño... Dos puyazos sin historia, de los que
sale el novillo sin fijeza algun.. Quite de Cerro, de frente por detrás y
tercio de banderillas sin historia. Brindis al respetable para faena
fundamentada en la mano derecha, terminando por convencer al novillo para
sacarle algo de provecho. Con éste ya rajado en el tercio, lo intenta por el
pitón izquierdo, el peor del novillo. Termina con el toro pegado a tablas,
loquito por echarse, de nuevo con la mano derecha. Al segundo intento, estocada
casi entera con el novillo aculado en la barrera.
Pititos para el astado al ser
arrastrado y silencio para el novillero.
El quinto, negro bragao de 450 kg.,
lo recibe Cerro de rodillas a portagayola; al salir de toriles, se va derecho
al novillero propinándole un porrazo, afortunadamente sin consecuencias, tras
lo que lo receta enrabietado un ramillete de verónicas rematado por dos medias.
Nada que destacar de suerte de varas y banderillas. Lo cita Cerro desde los
medios, largo, con la derecha, demostrando el novillo algo más de clase que sus
hermanos. Tandas en redondo de mano baja, pero sin acoplarse con la embestida
del toro y un poco acelerado. Con la izquierda, sólo algunos naturales sueltos
de trazo largo entre los muchos recetados. Arrimón final para calentar al
respetable, pero faena de poco fondo. Bernardinas de remate antes de cobrar una
estocada muy tendida y delantera, que el novillo acaba escupiendo. Al segundo intento, media estocada atravesada
y también un poco tendida. Descabella al segundo intento tras sonar un aviso.
Leves palmitas para el novillo en
el arrastre y ovación y vuelta por su cuenta para Rafael Cerro, que inició
ligerito para evitar las protestas...
El sexto novillo, burraco,
alto, de 489 kg. Buenos trazos capoteros
de Ortega antes de ser desarmado. Primer puyazo muy trasero, durmiéndose el
toro en el peto y haciendo sonar el estribo.
Quite por navarras y una media antes del segundo puyazo, éste más
delantero y de trámite. Con los palos,
buen primer par de Rafael Figuerola y bien con el capote lidiando Jorge Fuentes.
Brindis al público y templado inicio de faena para fijar al novillo . En la
primera serie con la derecha, el toro clavó un pitón en la arena al final de un
muletazo, cayendo al suelo girando sobre su cuello. Tras levantarse, el toro
era otro, más parado. Pese a ello, Ortega volvió a demostrar sus buenas maneras,
el pecho por delante en el cite, con algunos naturales lentos, bien ejecutados
y perfectamente colocado. Grata impresión deja este debutante en Sevilla. Algo
más de media estocada para finiquitar a su oponente y la tarde. ¡A fortalecer
esas muñecas, torero, hay que evitar tanto desarme…! Palmas de despedida.
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